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"Pertenecía a aquel tipo de mujeres plácidas que parecen hechas de miel oscura, tersas, dulces y melosas, que con un solo gesto apacible, un movimineto de cabellera, un solo y lento destello de la mirada dominan el espacio y permanecen tranquilas como en el centro de un ciclón, al parecer ignorantes de la propia fuerza de atracción, que arrastra hacia ellas de modo irresistible los anhelos y las almas, tanto de hombres como de mujeres" (Patrick Süskind -El Perfume) Sabe instintivamente cuando tienen que morir las cosas y cuando tienen que vivir; sabe como alejarse y como quedarse...

domingo, 22 de mayo de 2011

El fin del mundo.

Decían que hoy se venía el fin del mundo...creo creer de que se trata.
Hacía tiempo que no tenía una crisis como esta y la que recuerdo no se llevó tan fugazmente toda mi sensatez.
Perdí el control de mi cuerpo, me avasalló la angustia como una oleada inmensa y fui un ovillito insignificante en uno de los vértices de mi baño. Gráficamente lo más desamparado que puede haber existido, algo totalmente humillante para mi personalidad.
Decían que hoy venía el fin del mundo y puedo asegurar que estaban en lo cierto. Lo enérgico de mi ser se quebró en tres estallidos de mis nudillos contra la puerta. Cada bocanada de aire se transformó en un diluvio que ardía en mi rostro. El oxígeno apenas me alcanzaba para respirar y no podía gritar. Gritos y gritos muertos en mi garganta que enmudecieron mi voz. 
Decían que hoy se venía el fin del mundo y si, fue el fin de mi mundo. Un choque contra la realidad que hizo desaparecer toda la magia de lo oculto, de lo que no fuimos y de lo que quisimos ser.
Decían que hoy se venía el fin del mundo, y puedo asegurar que lo he vivido. Es una hora interminable, en donde todo se desgarra crudamente. Mi alma se desprendió de mi carne, ¡nada más ni nada menos que mi alma!. Esta que nunca le pude entregar en la cama pero que siempre le fue suya, se quedó adormecida para siempre sobre un azulejo...
En un llanto desgarrador estuvo el fin del mundo, de un mundo que nunca pudo percibir y que jamás me  permitió mostrárselo. Lamentablemente respeté su ceguera por sobre todas las cosas y espero algún día perdonarme por eso.
Decían que se venía el fin del mundo, pero nadie me avisó que con este se iba a ir el amor de mi vida (frase hecha pero emocionalmente real). El amor de mi vida a quién nunca pude amar. Todavía no entiendo cómo puede creer que las cosas demasiado buenas no pueden durar. Este acertijo siempre fue el punto oscuro de mi conciencia y algo que aún  no he podido digerir.
Pero a pesar de la censura lo amé como pude, con todos sus defectos lo amo y lamentablemente hoy, creo que mañana esté en el país en el que esté y con la persona con la que esté...lo voy a seguir amando. 
Efectivamente es triste el futuro que deja el fin del mundo, pero habrá que aprender a vivir en él. 
Decían que venía el fin del mundo y al menos para mí, llego.-



p.d: Te amé, te amo y te voy a seguir amando toda mi vida.

Sé feliz.