"PALABRAS FUERTES"
Jueves 17/3 18:03hs.
t: ¿Cómo estas?
m*: (Se desploma sobre la silla y dice suspirando) Rendida, otra vez.
t: ¿Qué pasó?
m*: Las cosas con JP, no dan para más, si es que alguna vez dio para algo. Creo que todo este tiempo va a ser una espera en vano.
t: Pero...estoy recordando mal o lo que veníamos hablando era otra cosa, al menos según vos JP "era un buen partido".
m*: Lo sigo sosteniendo, pero eso no cambia las cosas. No creo que esto llegue a mayores.
t: ¿Por qué piensas eso?
m*: Calculo, que es por el momento en el que él esta. Hace de diciembre que su vida es un caos y por lo que percibo no tiene muchas ganas de ponerle énfasis a esto. Quizás sea la distancia y toda la vorágine que él tiene allá que hace que lo note "desatento". Pero nada que ver a cuando estaba acá, llegaba un punto que tanta inclusión en su vida me asustaba y ahora ni aparece. Igual, ya está, es al pedo que me haga la cabeza porque no se va a enamorar de mí.
t: ..."No se va a enamorar de vos". Aha, ¿y de dónde sacaste eso?
m*: (Agacha la cabeza y responde) Porque sí, porque es así.
t: Pero ¿por qué te parece que es así? ¿Qué fundamentos tenes para decirlo?
m*: (Levanta la mirada y contesta agobiada) Que al fin y al cabo siempre culpa de mi personalidad, colecciono amigos y nada más. No me puedo enamorar...además ya me lo dijeron.
t: ¿Qué te dijeron?
m*: (silencio)
t: ¿m*?
m*: nada
t: ¿"Qué no te podías enamorar"?
m*: (Suspira, se le inundan los ojos y con una voz altercada dice) Que no se iban a poder enamorar de mi...eso; ya me lo dijeron.
t: ¿Quién te dijo eso?
m*: Ya sabes...y no quiero volver a tocar ese tema. Otra vez, no!
t: Bueno...pero me parece que algunos asuntos sobre este tema tenemos que volver a tocar, porque sabes perfectamente que por algo, lo trajiste hoy a terapia.
m*: (Se desliza sobre la silla y apoya la nuca sobre el respaldar, alza la mirada hacia el techo y exclama) ¡Te escucho!. Sinceramente no, no tengo ganas de hablar del tema.
t: Mmmh...Me parece importante que algunas cosas te queden claras, más allá que por ahí te cueste encontrarle la lógica a todo ese asunto: que él no se haya podido enamorar de vos, no quiere decir que naaadie pueda hacerlo ¿Si?
m*: ... (Se endereza sobre la silla y obligada escucha)
t: Además ya lo hablamos y recuerdo las conversaciones online que habías tenido con él. Si no me falla la memoria, él mismo te había dicho que eras una mina de diez, que ojalá todas fueran como vos y otras cosas que no tengo presente en este momento. Es decir, por lo que me contabas, yo no creo que el problema hayas sido vos o que no se podía enamorar de vos. Sinceramente creo que tienes una personalidad encantadora y él también se dio cuenta de eso. Sí después salió diciendo semejante barbaridad para esconder lo que le pasó o el mambo que tenía; problema de él.
m*: Bueno pero no hago nada con mi "personalidad encantadora".
t: Si que podes hacer, incluso lo estuviste haciendo, sino fuera así ¿crees que JP se hubiera acercado a vos?.
m*: No sé, que se yo, puede ser. Ya me mareé, me tara todo este asunto.
t:: Ya lo sé. Lo que digo es que, si bien fue un rollo toda esa historia, pudimos desglosar que el rollo era de él. Ahora bien, me parece que lo que en su momento fue un problema para él, ahora pasó a serlo para vos.
m: ¿Por qué decís eso?
t: No sé, se me ocurre que si sostenes que no se pueden enamorar de vos, vos tampoco te vas a querer enamorar para no ilusionarte con alguien, que deee aaante mano, das por sabido, que no se va a poder enamorar de vos. Al comienzo me dijiste "no me puedo enamorar"... parece ser que tomaste su misma postura en torno a las relaciones amorosas: tirar la toalla.
m*: ¡No!... que se yo, no es lo que quiero y jamás prentedí eso para mi vida.
t: Pero me parece que estas transitando por ese lado. Yo entiendo que sufriste por amor y quizás todavía sigas sufriendo por eso. Posiblemente veas imposible la felicidad por ese lado, al igual que él. Pero siempre cuestionaste su cambio de convicciones y me parece raro que vos ahora caigas en eso también, conociendo el peso que tienen tus valores sobre tu personalidad.
m*: Se...jajajaja que gracioso!!.
t: ¿De qué te ríes?
m*: Naada, que se yo, creería que me da gracia que esto sigua causando efectos. ¡Pero que lo parió la discapacidad emocional es contagiosa!.
t: (Con un gesto asiente con la cabeza, apoya sus lentes sobre el escritorio y con un tono de voz suave dice) Por hoy, dejamos acá.
